DEMASIADO CORAZÓN
Llevábamos una semana intentando animar al personal con diferentes proclamas de cara al playoff. Desde el Infierno de Zorrilla habíamos lanzado el #AnimarHastaElFinal; RadioMarca con su #DestinoPrimera; y el Real Valladolid con #ACorazónAbierto. Sinceramente, creo que tanta proclama se nos fue de las manos, y ante Las Palmas, nuestros jugadores pusieron demasiado corazón (por decirlo de manera fina).
El derroche visto ayer es algo de lo que el equipo a adolecido a lo largo de toda la temporada, pero quizá algunos jugadores se pasaron de frenada. Y si el Pucela ya llegaba al partido mentalizado para darlo todo, hubo que sumarle el "baile" que nos dieron los canarios en los 20 primeros minutos, con gol y pitada incluidos. Las sensaciones hacían prever que la eliminatoria quedaría cerrada en la ida. Nada más lejos de la realidad.
El Pucela comenzó a desperezarse, consiguiendo hilvanar más de tres pases seguidos, lo que hacía aumentar la confianza. Máxime cuando Hernán Pérez (gracias seleccionador paraguayo), se sacó un zurdazo que supuso el empate. Zorrilla se lo empezaba a creer, y los 20.000 que habían acudido a pesar de la lluvia, coreaban el "Pucela, Pucela" de las grandes ocasiones.
Sin embargo, las ganas de ganar pudieron con los blanquivioleta. El delegado del equipo, Santamaría Uzqueda, había dicho en la previa que había que calmar a algún jugador para no salir revolucionado. Todos vimos el ímpetu de Peña, Timor, Hernán o Roger, ímpetu que se tradujo en excesiva agresividad, lo que derivó en las dos expulsiones. El equipo al que yo he tildado en varias ocasiones de "mingasfrías", se había pasado de frenada.
Pero es que los canarios, más allá de esos primeros 20 minutos, no ofrecieron nada de nada. Incluso con dos jugadores más no fueron capaces de intimidar la portería de Javi Varas. Un lanzamiento lejano de Araujo y un tiro escorado de Aythami fueron el bagaje ofensivo de Las Palmas, que vio como se le pudo ir el partido con una gran ocasión de Timor y, sobre todo, con una de Mojica, cuando el Pucela ya estaba con 9 sobre el campo.
Empate final que deja un sabor agridulce entre la parroquia pucelana. La sensación de que, por fin, ha visto a su equipo darlo todo sobre el terreno de juego, mezclada con la dificultad de remontar el marcador adverso en las islas. Dificultad que será menor si el Pucela sale con las ganas y el ímpetu (pero sin pasarse) que puso en la lluviosa noche de ayer. Nos vemos la semana que viene en Zorrilla.
El derroche visto ayer es algo de lo que el equipo a adolecido a lo largo de toda la temporada, pero quizá algunos jugadores se pasaron de frenada. Y si el Pucela ya llegaba al partido mentalizado para darlo todo, hubo que sumarle el "baile" que nos dieron los canarios en los 20 primeros minutos, con gol y pitada incluidos. Las sensaciones hacían prever que la eliminatoria quedaría cerrada en la ida. Nada más lejos de la realidad.
El Pucela comenzó a desperezarse, consiguiendo hilvanar más de tres pases seguidos, lo que hacía aumentar la confianza. Máxime cuando Hernán Pérez (gracias seleccionador paraguayo), se sacó un zurdazo que supuso el empate. Zorrilla se lo empezaba a creer, y los 20.000 que habían acudido a pesar de la lluvia, coreaban el "Pucela, Pucela" de las grandes ocasiones.
Sin embargo, las ganas de ganar pudieron con los blanquivioleta. El delegado del equipo, Santamaría Uzqueda, había dicho en la previa que había que calmar a algún jugador para no salir revolucionado. Todos vimos el ímpetu de Peña, Timor, Hernán o Roger, ímpetu que se tradujo en excesiva agresividad, lo que derivó en las dos expulsiones. El equipo al que yo he tildado en varias ocasiones de "mingasfrías", se había pasado de frenada.
Pero es que los canarios, más allá de esos primeros 20 minutos, no ofrecieron nada de nada. Incluso con dos jugadores más no fueron capaces de intimidar la portería de Javi Varas. Un lanzamiento lejano de Araujo y un tiro escorado de Aythami fueron el bagaje ofensivo de Las Palmas, que vio como se le pudo ir el partido con una gran ocasión de Timor y, sobre todo, con una de Mojica, cuando el Pucela ya estaba con 9 sobre el campo.
Empate final que deja un sabor agridulce entre la parroquia pucelana. La sensación de que, por fin, ha visto a su equipo darlo todo sobre el terreno de juego, mezclada con la dificultad de remontar el marcador adverso en las islas. Dificultad que será menor si el Pucela sale con las ganas y el ímpetu (pero sin pasarse) que puso en la lluviosa noche de ayer. Nos vemos la semana que viene en Zorrilla.
Valoraciones individuales:
- Javi Varas: Realmente tuvo poco trabajo.
- Chica: Sin ser el de principio de temporada, no estuvo mal. Segunda amarilla muy rigurosa.
- Rueda: Gran partido del central, apoyando en la salida del balón.
- Samuel: Araujo le ganó la espalda en el 0-1. Esos despistes cuestan un ascenso.
- Peña: Partidazo del charro. No me puedo creer que el árbitro no expulsara a David Simón.
- Peña: Partidazo del charro. No me puedo creer que el árbitro no expulsara a David Simón.
- Timor: Se le fue la olla.
- Leão: Empezó en el trivote y acabó sólo en el medio. Buen derroche.
- Rubio: Gran partido del capitán, aunque no aguante los 90 minutos.
- Rubio: Gran partido del capitán, aunque no aguante los 90 minutos.
- Hernán: Jugadorazo.
- Óscar: Con el trivote se le vio muy poco, sólo intentando forzar penaltis.
- Óscar: Con el trivote se le vio muy poco, sólo intentando forzar penaltis.
- Roger: Grandísima aportación del delantero.
- Mojica: Se lió con el charco. Tuvo el 2-1.
- Mojica: Se lió con el charco. Tuvo el 2-1.
- Chus Herrero: Testimonial. ¿Será titular en Las Palmas?
- Omar: Rubi confía mucho en él. Fue un buen refresco aunque perdió varios balones que nos pudieron dar un disgusto.
Por @AlbertoSelby
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