martes, 21 de enero de 2014

CRÓNICA ATHLETIC DE BILBAO – REAL VALLADOLID (4-2)

ELEGIMOS MAL DÍA PARA LEVANTAR EL VUELO


Nuevo San Mamés, donde no ha ganado nadie. Athletic de Bilbao, un equipo en grandísima forma. No era ni el mejor lugar, ni el mejor rival para que el Real Valladolid levantara el vuelo. Y además les cabreamos dando el primer golpe con el gol de Óscar. De ahí hasta el final, acoso y derribo de los hombres de Valverde que no tuvieron piedad de los blanquivioletas.
En el anterior párrafo se resume el partido que no tuvo más historia que el asedio a la portería de un enorme Mariño por parte del Athletic de Bilbao que, como se presagiaba, está a años luz del equipo de Juan Ignacio. No obstante, los blanquivioleta pudieron aguantar durante una hora por delante en el marcador, gracias sobre todo a las intervenciones de Mariño. Pero en el momento en que el Athletic consiguió abrir la lata, el Real Valladolid se desmoronó como un castillo de naipes y los goles fueron cayendo uno a uno, hasta llegar a los cuatro de rigor en las últimas salidas pucelanas.
En una visión negativa, nos podemos quedar con un resultado abultado más, la candidez defensiva (no sólo de los defensas) y la inoperancia en ataque. Los laterales, sobre todo Bergdych, lo pasaron muy mal para cubrir las embestidas locales, acrecentado sobre todo por la disposición táctica que había dispuesto Juan Ignacio, en la que Víctor Pérez no ofrecía ninguna ayuda al marroquí. El centro del campo no presionaba a los oponentes y Beñat e Iturraspe distribuían el juego a su antojo. El ataque se fiaba a la calidad de Óscar y el buen momento de forma de Guerra, insuficiente a todas luces.
Desde un punto de vista positivo se pudieron ver algunos “brotes verdes” en el equipo, en comparación con anteriores salidas. Lo primero fue la actitud en los minutos iniciales. Si bien es cierto que el Athletic salió arrollador, el Valladolid consiguió frenar las primeras embestidas y salir al contragolpe, consiguiendo así adelantarse en el marcador. Óscar y Guerra se volvieron a compenetrar en el ataque pucelano mostrando de lo que son capaces. Y por último, si alguien dudaba del compromiso de Patrick Ebert, ayer quedó claro que está a tope con este equipo. Su sacrificio defensivo a lo largo de todo el partido, en banda derecha en la primera parte y en banda izquierda en la segunda, fue encomiable, impidiendo que se prodigara mucho más por el área rival.
Partiendo de la base de que no se va a destituir a Juan Ignacio es necesaria una reacción inmediata del equipo. En Bilbao pudimos ver algún destello, pero el Athletic y San Mamés no eran propicios al cambio de dinámica. Este sábado recibimos al Villarreal, un equipo temible en casa pero que fuera baja muchos enteros. Con todos los jugadores clave disponibles y con una afición entregada, es el momento del cambio de dinámica. Pucela, no lo desaproveches y danos ya una alegría. 


LO MEJOR:
  • Mucho tiene que ir el cántaro a la fuente para batir a Mariño.
  • Se ve a Javi Guerra en un gran momento de forma, hay que aprovecharlo.
  • La entrega de Ebert.
  • La alternativa de Rama.


LO PEOR:
  • Nueva goleada fuera de casa con una gran fragilidad defensiva.
  • Ya no es una novedad el estar en puestos de descenso.


Alineaciones:
Athletic de Bilbao: Iraizoz, Iraola, Gupergui, Laporte, Balenziaga, Iturraspe, Beñat (De Marcos, m. 58), Susaeta (Erik Morán, m. 76), Herrera, Ibai (Saborit, m. 87) y Aduriz.

Real Valladolid: Mariño, Rukavina, Valiente, Peña, Bergdich, Álvaro Rubio, Rossi, Víctor Pérez (Larssson, m. 56), Ebert (Valdet Rama. m. 76), Guerra (Manucho, m. 76) y Óscar. 

Por @AlbertoSelby

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