ELEGIMOS
MAL DÍA PARA LEVANTAR EL VUELO
Nuevo
San Mamés, donde no ha ganado nadie. Athletic de Bilbao, un
equipo en grandísima forma. No era ni el mejor lugar, ni el
mejor rival para que el Real Valladolid levantara el vuelo. Y además
les cabreamos dando el primer golpe con el gol de Óscar. De
ahí hasta el final, acoso y derribo de los hombres de Valverde
que no tuvieron piedad de los blanquivioletas.
En
el anterior párrafo se resume el partido que no tuvo más
historia que el asedio a la portería de un enorme Mariño
por parte del Athletic de Bilbao que, como se presagiaba, está
a años luz del equipo de Juan Ignacio. No obstante, los
blanquivioleta pudieron aguantar durante una hora por delante en el
marcador, gracias sobre todo a las intervenciones de Mariño.
Pero en el momento en que el Athletic consiguió abrir la lata,
el Real Valladolid se desmoronó como un castillo de naipes y
los goles fueron cayendo uno a uno, hasta llegar a los cuatro de
rigor en las últimas salidas pucelanas.
En
una visión negativa, nos podemos quedar con un
resultado abultado más, la candidez defensiva (no sólo
de los defensas) y la inoperancia en ataque. Los laterales, sobre
todo Bergdych, lo pasaron muy mal para cubrir las embestidas locales,
acrecentado sobre todo por la disposición táctica que
había dispuesto Juan Ignacio, en la que Víctor Pérez
no ofrecía ninguna ayuda al marroquí. El centro del
campo no presionaba a los oponentes y Beñat e Iturraspe
distribuían el juego a su antojo. El ataque se fiaba a
la calidad de Óscar y el buen momento de forma de Guerra,
insuficiente a todas luces.
Desde
un punto de vista positivo se pudieron ver algunos “brotes
verdes” en el equipo, en comparación con anteriores salidas.
Lo primero fue la actitud en los minutos iniciales. Si bien es cierto
que el Athletic salió arrollador, el Valladolid consiguió
frenar las primeras embestidas y salir al contragolpe, consiguiendo
así adelantarse en el marcador. Óscar y Guerra se
volvieron a compenetrar en el ataque pucelano mostrando de lo que son
capaces. Y por último, si alguien dudaba del compromiso de
Patrick Ebert, ayer quedó claro que está a tope con
este equipo. Su sacrificio defensivo a lo largo de todo el partido,
en banda derecha en la primera parte y en banda izquierda en la
segunda, fue encomiable, impidiendo que se prodigara mucho más
por el área rival.
Partiendo
de la base de que no se va a destituir a Juan Ignacio es necesaria
una reacción inmediata del equipo. En Bilbao pudimos ver algún
destello, pero el Athletic y San Mamés no eran propicios al
cambio de dinámica. Este sábado recibimos al
Villarreal, un equipo temible en casa pero que fuera baja muchos
enteros. Con todos los jugadores clave disponibles y con una afición
entregada, es el momento del cambio de dinámica. Pucela, no lo
desaproveches y danos ya una alegría.
LO
MEJOR:
- Mucho tiene que ir el cántaro a la fuente para batir a Mariño.
- Se ve a Javi Guerra en un gran momento de forma, hay que aprovecharlo.
- La entrega de Ebert.
- La alternativa de Rama.
LO
PEOR:
- Nueva goleada fuera de casa con una gran fragilidad defensiva.
- Ya no es una novedad el estar en puestos de descenso.
Alineaciones:
Athletic
de Bilbao:
Iraizoz, Iraola, Gupergui, Laporte, Balenziaga, Iturraspe, Beñat
(De Marcos, m. 58), Susaeta (Erik Morán, m. 76), Herrera, Ibai
(Saborit, m. 87) y Aduriz.
Real
Valladolid:
Mariño, Rukavina, Valiente, Peña, Bergdich, Álvaro
Rubio, Rossi, Víctor Pérez (Larssson, m. 56), Ebert
(Valdet Rama. m. 76), Guerra (Manucho, m. 76) y Óscar.
Por @AlbertoSelby
Por @AlbertoSelby
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