LA
LOTERÍA NOS SALIÓ A PAGAR
Ni
lo jugado, ni la pedrea, ni un 5º, ni por supuesto “el Gordo”.
El día del Real Valladolid fue un día habitual de
sorteo de Navidad. Comenzó con mucha ilusión por
encadenar dos victorias consecutivas y acabar el año con una
inyección de moral, y finalizó dando gracias porque
“por lo menos tenemos salud”, ya que al finalizar el año
nos mantenemos fuera de los puestos de descenso directo.
Una
salida fulgurante le bastó al Espanyol para ponerse por
delante, merced a un penalti absurdo cometido por Rueda, que no pasa
por su mejor momento como blanquivioleta. Un error costaba el primer
gol, no se podían cometer más. Los jugadores no lo
vieron así y uno tras otro fueron cayendo los goles del lado
perico. Eso sí, el Real Valladolid se dejó ver en
ataque “algo” tras el 1-0. La vuelta al 11 titular de Óscar
González dio un plus en ataque al equipo, que se resintió
con la baja de Ebert mediada la primera parte. Con Omar y Bergdich
inorperantes en las bandas y Rukavina y Peña muy reservones ,
Óscar y Javi Guerra no se valían para crear ocasiones.
Y
el Espanyol a lo suyo, una buena presión en la salida del
balón y a esperar los errores, nada más. Y es que los
errores fueron llegando. Rossi perdía un balón en la
frontal para que Stuani hiciera el 2-0, con el que se llegaría
al descanso, no sin antes errar Óscar la ocasión más
clara de la primera parte, en un mano a mano que envió contra
los pies de Casilla. Viendo como ha acabado el equipo este año,
las esperanzas de revertir la situación son mínimas,
pero si hay un clavo ardiendo al que podemos agarrarnos, se llama
Óscar González.
La
segunda parte debía comenzar con un plus de intensidad por
parte de los pucelanos. Nada más lejos de la realidad. El
equipo se mostró más blando que nunca en defensa y el
Espanyol, atónito ante esa situación, no dudó en
aprovecharlo y subir otros dos goles a su marcador. Para ese momento
Juan Ignacio ya lo había intentado todo, dando entrada a
Víctor Pérez y Larsson. Los últimos minutos
sirvieron para que Javi Guerra y Víctor Pérez cogieran
confianza de cara al futuro y se pudiera maquillar el resultado de un
partido horroroso.
El
Real Valladolid tiene ahora mismo ocho jugadores indiscutibles,
indispensables e insustituibles, que serán en los que debamos
confiar la permanencia: Mariño, Valiente, Rukavina, Rubio,
Víctor Pérez, Ebert, Óscar y Guerra. El resto
han aportado poco o nada a este equipo por lo que eso mismo se puede
esperar de ellos. Veremos que posibilidades nos da el mercado de
invierno y sobre todo como finaliza el equipo la primera vuelta en la
que restan dos partidos vitales ante dos rivales directísimos
como son Betis y Granada.
Finalizamos
el año 2013, en el que el balance nos reporta más
sensaciones malas que buenas, pero debemos tener claro que el Real
Valladolid es un club modesto, cuyo habitat natural es moverse por la
cuerda floja existente entre la Primera y Segunda división, si
bien se agradecería que nos sonriese uno de esos buenos años
que, de vez en cuando, se dejan caer por Zorrilla. Esperemos que sea
2014. Feliz Navidad a todos y próspero
año nuevo.
LO
MEJOR:
- Las pinceladas que dejó Óscar González.
- Los resultados de los rivales hacen que acabemos el año fuera de descenso.
LO
PEOR:
- Múltiples errores defensivos.
- Nueva lesión del “jugador de cristal”.
- El equipo sigue sin generar ocasiones.
- Las buenas sensaciones mostradas ante el Celta se fueron al traste radicalmente.
Alineaciones:
RCD
Espanyol:
Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno,
Fuentes; David López (Raúl Rodríguez, min.57),
Víctor Sánchez; Stuani, Sergio García, Simao
(Víctor Álvarez, min.75) y Jhon Córdoba
(Córdoba, min.59).
Real
Valladolid:
Mariño;
Rukavina, Marc Valiente, Rueda (Larsson, min.64), Peña; Álvaro
Rubio (Víctor Pérez, min.55), Rossi; Ebert (Omar,
min.20), Óscar, Bergdich y Javi Guerra.
Por @AlbertoSelby
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